sábado, 12 de abril de 2008

CON PIEDAD Y SUS VISIONES...


...Girando 90 grados...

...Fue en el siguiente viaje de Erik en el que encontró a una persona muy interesante…una predicadora que había perdido la fe. La inclinación por el predicamento, se hizo patente desde su niñez. Estamos hablando de la joven María Piedad. Su fe y sus dotes como predicadora comenzaron cuando, con solo 13 años, cayó por unas de las grutas de Las Cuevas de Nerja. Estuvo en aquella gruta tres días hasta que al fin la encontraron. Nadie sabe qué pasó en aquella gruta, pero lo cierto es que aquella niña nunca volvió a ser la misma. Cuando creció montó una escuela con el fin de ayudar a la gente. Estaba en su momento de apogeo. Todo el mundo la seguía, porque con ella encontraban fe y esperanza. Una noche tuvo un sueño extraño, en el que vio como una grave epidemia acaba con múltiples vidas en el pueblo. Cuando ella predice aquel acontecimiento antes de que sucediera, y posteriormente enferman cientos de personas, fue acusada de bruja y de mentirosa, y de ser la causante de la epidemia. Se vio obligada a huir del pueblo rumbo a Barcelona, donde se metió a trabajar en la industria textil, tejiendo trajes para los monjes, trabajo por el cual le pagaban muy poco y con lo que difícilmente podía vivir. Desde aquel momento, perdió la fe, y extrañamente dejó de tener visiones y de realizar predicciones. Un día cayó gravemente enferma, y le diagnosticaron aquella extraña enfermedad de la epidemia que ella misma predijo. La echaron de la industria textil, y fue expulsada de Barcelona. Tras aquellos acontecimientos se sentía desgraciada, y huyó hacia el norte de Francia, donde tampoco fue bien recibida a causa de su extraña enfermedad. Estaba moribunda, dormía en las calles y comía lo que encontraba, incluso últimamente se había dedicado a robar para poder sobrevivir. Si alguna vez llegó a tener fe en algo, esa fe había desaparecido por completo. Una noche fría, se encontraba tirada en la calle, gravemente enferma y calada hasta los huesos…y probablemente hubiera muerto si no llega a ser por tres desconocidos que se le acercaron.


-¡Alejaos de mí! ¡Tengo una grave enfermedad muy contagiosa!-dijo ella.


-¡No existen tales enfermedades en "Tierra Verde"!-dijo uno de ellos.


Piedad levantó la mirada, y vio a tres jóvenes: uno alto de ojos claro, otro moreno de mirada profunda, y otro atlético con una guitarra a la espalda.


-"Tierra Verde" es la tierra de la esperanza, y allí no existe la pobreza…-dijo Kevin.


-Ni el menosprecio…-continuó Manu.


-Ni las epidemias…-concluyó Erik.


-La esperanza la perdí hace mucho…-dijo Piedad incrédula.


-Ya lo veo, por eso hemos venido a salvarte, allí te recuperarás y volverás a tener esperanza y fe…-dijeron los tres.


Piedad no creía ni una palabra. Tenía una grave enfermedad muy contagiosa y desconocida. Muchas personas habían muerto en la epidemia, la cual, se seguía extendiendo a sus anchas, y no pensaba que ningún lugar, pudiera hacer nada al respecto. Se disponía a replicar, pero en ese momento cayó inconsciente. Su enfermedad se agravaba por momentos, y moriría prontamente si no hacían nada al respecto. La cogieron entre los tres y la subieron al barco. Cuando llegaron a "Tierra Verde" todo el mundo observaba expectante a la nueva habitante. La llevaron a una casa y esperaron a que despertara. Cuando lo hizo, no sabía donde estaba, pero lo cierto era que se encontraba mucho mejor. Salió de la casa y vio que estaba en un pequeño pueblo muy agradable, y de repente, tuvo una visión. Vio prosperidad y felicidad, y supo que su enfermedad había pasado. Se cruzó con Erik, y le dio las gracias por llevarla a "Tierra Verde". Pasó el tiempo, y fundó su propia escuela en "Tierra Verde", donde tuvo gran aceptación y donde prosperó gratamente. Una noche, Piedad tuvo uno de sus extraños sueños, en el que veía como ella acompañaba a Erik, Kevin y Manu en una nueva expedición en busca de un joven que se encontraba en apuros. Según el sueño de Piedad, esta vez debían dirigirse hacia la India. Y así lo dispusieron todo para emprender el nuevo viaje...

viernes, 28 de marzo de 2008

CON EL PLATERO EN ISLANDIA


...Girando 90 grados...

...Subieron al barco, y zarparon aquella misma tarde.


En ese mismo instante, Manuel Platero, más conocido como Manu (o a veces llamado "El Platero") se encontraba en una plaza de un pueblo costero de Islandia. Manu era un cantautor que siempre llevaba colgada su guitarra, y sus letras siempre hablaban de igualdad y libertad. Emprendió viajes a París en numerosas ocasiones, pero al final, siempre acababa en un pueblo del norte de España, con su preciada guitarra. Su padre fue un gran periodista al que asesinaron en una represión y su madre era vasca. Escribía letras basadas en las experiencias que había vivido y lo internacionalizaba para que todo el mundo escuchara lo que él tenía que decir. Manu era políglota, y cantaba en español, francés e inglés, incluso cambiando de idioma a menudo en una misma canción. A pesar de todo esto, no tuvo mucha repercusión, ya que la gente parecía no querer escuchar lo que Manu tenía que decir. A pesar de sus viajes y de sus influencias recibidas por los inmigrantes en Francia, de sus relaciones ibéricas, de sus recorridos por América y vagando por otro parajes, parecía que el mundo se hubiera olvidado de él. Normalmente sus canciones llevaban un mensaje de izquierda y libertario, y con gran significado personal. Por razones aún desconocidas, se vio obligado a huir a Islandia. Allí se encontraba rasgando las cuerdas de su guitarra y cantando al viento cuando se vio sorprendido por un barco vikingo.


-¡Me cago en Dios! ¿De dónde ha salido eso?-dijo.


Erik y Kevin acababan de llegar a su destino. Bajaron del barco y se acercaron a Manu.


-No tenemos cantates en "Tierra Verde"…-le dijo Erik a Kevin.


Kevin negó con la cabeza. Manu miraba anonadado a aquellos dos personajes.


-¿Quieres que alguien a parte del viento escuche tu música?-preguntó Erik.


Manu empezó a reírse, porque aquello parecía una especie de broma.


-Sé que parece increíble, pero hay un lugar esperándote, donde todos tus sueños se harán realidad…-dijo Kevin.


-Ese lugar no existe. Los sueños perecen en el recuerdo, ¿O es que no escucháis mis canciones?-dijo Manu haciéndose el listillo.


-Verás, no tenemos cantantes en "Tierra Verde"-le explicó Erik.


-¿"Tierra Verde"? ¿Será porque no existe?-dijo Manu soltando una carcajada.


-"Tierra Verde" existe. Yo tampoco creía que existiera cuando estaba a punto de suicidarme en el muelle de una sombría ciudad de Estados Unidos, cuando creía que mi vida se iba a pique, pero lo cierto es que "Tierra Verde" te soluciona la vida…-dijo Kevin.


Manu se quedó pensando durante unos segundos. ¿Un lugar en el que ser escuchado? ¿Acaso aquello podría ser cierto? Miró a su alrededor. Llevaba toda la mañana tocando en aquella plaza y no había nadie allí…nadie que lo escuchara, Erik llevaba razón: tocaba para el viento...


-Está bien, iré con vosotros.-dijo finalmente y subió con ellos al barco.


No sabía si sería cierto que en "Tierra Verde" lo fueran a escuchar, pero de todas formas en España nunca lo escuchó nadie, y tras su huída a Islandia, menos aún. De cualquier modo, en "Tierra Verde" también habría un viento que lo escuchara en el caso de que aquello no fuera cierto…
Y llegando a "Tierra Verde" vio como la gente se agolpaba a su llegada. Erik anunció que era cantante, y todos querían escuchar algo de Manu. Manu tocó varias canciones, y vio como su público se interesaba por él…y se alegró. Se alegró de haberse subido a aquel barco vikingo con aquellos dos personajes tan peculiares. Transcurrieron un par de años, y en "Tierra Verde" todo era perfección pura. Manu se había consagrado como un gran cantautor y todo el mundo lo alababa por lo ingeniosas que eran sus letras.
Kevin, por su parte, también siguió prosperando y su negocio también. Estableció un sistema informático que cubría toda "Tierra Verde" y allí vivían todos seguros y a salvo de cualquier cosa que les pudiera suceder…

domingo, 23 de marzo de 2008

EN EL MUELLE CON KEVIN MIRMOT


...Girando 90 grados...
...La primera persona en llegar a "Tierra Verde" gracias a Erik, fue Kevin Mirmot...
Kevin Mirmot era un joven emprendedor (al igual que Erik) y también un gran pirata…pero informático. Kevin sabía que no había maquina que se le resistiera, y si en un principio parecía haberla, no descansaba hasta conseguir superarla. Para Kevin el ser humano era primordial, y según él, se veía atrapado en una época en la que las máquinas y la informática gobernaban el mundo. Eso no podía ser así. Según Kevin, el mundo debía estar gobernado por el ser humano, y de ahí su afán por superar a los sistemas informáticos más modernos del país. Se trasladó a Estados Unidos con el propósito de aprender más y más, porque Kevin sabía que cuanto más datos conocieras de tu enemigo, más fácil te sería acabar con él. Llegó un momento en que Kevin no sólo seguía sus principios, sino que se vio enganchado a esta tarea. El subidón que sentía cada vez que conseguía esquivar las contraseñas más seguras se convirtió en una especie de droga para él. Un día decidió dar el golpe definitivo, y consiguió entrar en algunos de los ordenadores más "seguros" de Estados Unidos. Pero por desgracia para Kevin, aún no dominaba la técnica del camuflaje, y fue acusado, y procesado judicialmente por sus diversos delitos electrónicos. Su historia alcanzó gran popularidad, tardaron años en procesarlo y lo encarcelaron bajo estrictas condiciones. Lo aislaron del resto de los presos y se le prohibió realizar llamadas telefónicas por su supuesta peligrosidad. Kevin era un McIver en estas cuestiones, y con solo realizar unas llamadas telefónicas conseguía despistar la seguridad informática. Finalmente fue puesto en libertad, y se dedicó a la consultoría y al asesoramiento en materia de seguridad a través de una empresa que él mismo había creado. Desgraciadamente para él, su negocio se iba a pique, y no estaba prosperando en ninguno de los aspectos de su vida. Una noche fue a ahogar sus penas a un bar que se encontraba a solo unos metros del puerto. Bebió y bebió, hasta tal punto de no saber dónde se encontraba. Salió del bar y caminó hasta el muelle. Se quitó la chaqueta, los zapatos, y los colocó cuidadosamente en el muelle. Se acercó al borde y miró el mar. Aquello parecía el único modo de ahogar sus penas de una vez por todas, había sido grande, y ahora solo era un pobre desgraciado…Estaba a punto de llevar a cabo su cometido cuando avistó un barco en las penumbras. Aquello no podía ser cierto, estaba claro que había bebido más de la cuenta, pues estaba viendo ni más ni menos que ¡un barco vikingo! El barco se acercaba más y más y Kevin no daba crédito a lo que veían sus ojos. Cuando el barco estaba a escasos metros, pudo ver que había alguien en cubierta.

-¡Tú! ¡Apuesto a que necesitas ayuda!-gritó una voz.

Kevin cayó de espaldas, y con la boca abierta miraba aquella escena como si estuviera en el cine.Entonces una escala de madera proveniente del barco tocó el muelle, y por ella descendió un joven corpulento de ojos claros…

-Hola, soy Erikur Ruktus, y estoy buscando a gente que quiera conseguir arreglar su vida en una tierra maravillosa…-dijo Erikur.

Kevin aún no se lo creía.

-¿Vida maravillosa? ¿Está usted loco? ¡Si vas vestido como un puto vikingo!-gritó Kevin.

-¿Puto vikingo? Sube al barco ahora mismo, y verás como "Tierra Verde" te arregla la vida…y luego veremos quién es el vikingo aquí…-dijo Erik.

-¿"Tierra Verde"? ¡Ese lugar no existe! ¡Se te ha ido la pinza!-volvió a gritar Kevin.

-¿Qué pinza? Bueno, no te preocupes, me explicarás todo sobre esa pinza durante el viaje…"Tierra Verde" es hermosa, y difícil de encontrar…solo aquellos que realmente están necesitados de ella la encuentran…y como hay mucho que están perdidos, me he comprometido a buscarlos y llevarlos hasta allí.-sostuvo Erik.

Kevin no estaba muy seguro de aquello, pero ¿Qué podía perder? De todas formas iba a tirarse al mar y dejarse llevar por la corriente hasta ahogarse…aquello de "Tierra Verde" no podía ser tan malo…aunque viniera de boca de un vikingo. Finalmente ascendió por las escalerillas de madera hasta subir al barco, y vio como éste se alejaba del muelle entre la niebla, dejando atrás todo lo que hasta ahora había sido su vida…dejando aquella vieja chaqueta y sus preciados zapatos en el filo del muelle…hasta que se perdieron en el inmenso mar.Navegaron durante días, hasta que al fin toparon con "Tierra Verde". Durante el viaje, Kevin escuchó muchas historias sobre esa tierra maravillosa, y estaba deseando comprobar si era cierto que allí todo prosperaba y que todo el mundo alcanzaba la felicidad. Cuando llegaron, avistó un viejo molino, y sólo vio un terreno abrupto lleno de desesperación. Sin lugar a dudas, aquello no era mejor que el muelle…Fue entonces cuando vio un poco de luz a lo lejos, y vio un trozo de tierra llena de vida. Mirara donde mirara, veía vegetación y parecía increíble que aquello estuviera perdido entre toda esa desesperación que lo rodeaba.

-Entre la desesperación siempre hay un hueco para la esperanza…-dijo Erik al ver la cara de Kevin.

-"Tierra Verde"….la tierra de la esperanza…-dijo Kevin asombrado por todo lo que le había pasado en esos días.

Todo parecía ser cierto. Kevin pudo conseguir una casa fácilmente, e incluso montó un negocio que prosperó gratamente. Había bastantes personas en "Tierra Verde" y habían formado un pequeño poblado. Erik no paraba de emprender viajes en busca de almas desesperadas, y cada vez aparecía con alguien nuevo que conseguía superar todos sus males y emprender una nueva vida en "Tierra Verde". Durante un periodo, dejó de viajar, y aprovechó para establecerse en el poblado. Se casó con una de las mujeres del pueblo y tuvieron un hijo al que llamaron Erikson. Todo pintaba de maravilla en "Tierra Verde". Kevin se traslado a vivir al lado de Erik, pues se habían hecho grandes amigos. Un día, Erik decidió que había llegado el momento de buscar a más gentes perdidas. Kevin, insistía para acompañarlo. Fueron múltiples las ocasiones en las que insistía para acompañar a Erik en sus travesías, pero Erik nunca se lo permitió. Esta vez, sin embargo, accedió a llevarlo consigo. Últimamente le costaba más trabajo convencer a la gente para que lo acompañaran a "Tierra Verde", y pensó que quizás si llevaba a alguien que anteriormente había vivido esa experiencia, le sería más fácil convencerlos. Subieron al barco, y zarparon aquella misma tarde.

sábado, 22 de marzo de 2008

DESCUBRIENDO TIERRA VERDE....


Girando 90 grados...avistando "Tierra Verde"...

…tocaron el suelo los pies de Erik el Grande, alias Erikur Ruktus. Nada más nacer, se observaba en su cara que sería un hombre emprendedor. Fue un pirata saqueador, comerciante de élite y después comenzó sus andanzas como explorador vikingo. Se han escrito varías sagas sobre la vida de Erik, conocidas como "Las Sagas de Erik el Grande", pero la verdadera historia la conoceréis aquí. Erik, tenía un carácter muy peculiar, y eso fue lo que lo hizo grande. En sus años de explorador Vikingo, emprendió un largo viaje (pues era también un gran navegante) y fue así como descubrió "Tierra Verde". "Tierra Verde" no puede ser avistada por cualquiera, son pocas las personas que han sido capaces de estar allí, y todas ellas lo han conseguido mientras huían de situaciones adversas. Erik, por ejemplo, se vio obligado a huir de su vida por causa de "cierta matanza". Primero se exilió en Noruega, pero su sed por sangre lo llevó a causar ciertos asesinatos, que fueron la causa de que huyera definitivamente hasta topar con "Tierra Verde". Una vez allí su vida dio un giro de 90 grados (y no de 180 como se suele decir). Cuando puso los pies sobre aquellas tierras, muchos otros habían plantado su huella antes que él, pero lo cierto es que nadie había prosperado en aquel lugar…Era un lugar intempestivo, inexpresivo, imposibilitaba la vida y el asentamiento allí, pero esas razones no eran suficientes para que Erik se echara atrás, así que cogió su barco y navegó hasta que encontró un trozo de tierra que no estaba cubierta por hielo, un trozo de tierra que no estaba muerta….un trozo de tierra verde…Erik se pasó tres años de su vida explorando aquel lugar, pero solo Tierra Verde (así la nombró) parecía poder proporcionar cierta prosperidad. Erik quería hacer de Tierra Verde un lugar próspero, así que emprendió largos viajes en los que hablaba de una Tierra hermosa llamada "Tierra Verde". Lo curioso es que la mitad de las habladurías de Erik no eran más que mentiras, pero estaba dispuesto a hacer lo que fuera por llevar gente a "Tierra Verde". Fueran mitad mentiras, mitad historias inventadas o no, lo cierto es que Erik consiguió atraer a mucha gente hacia "Tierra Verde"…todos ellos huyendo de un presente intempestivo, como hiciera una vez él mismo…No consiguió una gran población en "Tierra Verde", pero sí la suficiente como para establecer una pequeño pueblo…La primera persona que llegó a "Tierra Verde" gracias a Erik, fue Kevin Mirmot…

jueves, 20 de marzo de 2008

Hola a todos! Bueno, pues he creado este blog con el fin de ir poniendo ciertas historias y pensamientos...esto es Tierra Verde 90 Grados, así que aquí todo será diferente a la realidad que conocéis, digamos que esto no es sólo un blog, sino también un mundo paralelo...donde todo está virado 90 grados (la dirección la podéis elegir vosotros xD) En fín, espero que esto este entretenido y que os guste!Un cordial saludo!